lunes, 4 de agosto de 2008

Las tardes naranjas


Como instantes fotográficos vienen esos calorcitos de la tarde cuando tenia unos seis años o quien sabe un poquito mas... aparecen de pronto cuando la escena se repite, solo que hoy ya no tengo seis, pero el cielo es el mismo, el ambiente y el color también. Mi cabello suelto y largo igual que hoy se enredaba con el viento que soplaba, mientras jugaba feliz en el patio pequeño pero lleno de flores de la abuelita, y el cabello se ponia en la cara y asi de a poquito la luz del sol naranja se colaba en los ojos y me dejaba un ratito viendo muy muy claro, y me encantaba porque sentia que el corazón se calentaba y se alegraba y la sensacion duraba hasta la noche, y toda yo me sentia naranja todavia llena de esa luz.
Desde ahi siempre he amado las tardes como esta, naranjas, calientes, con el sol que no se quiere ir, estas tardes que solo suceden cuando el corazón se quiere alegrar, y que son como polvito dorado que se huele, se ve y se siente, porque esas tardecitas naranjas solo suceden desde donde el sol esta mas cerca. desde UIO.